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domingo, 21 de abril de 2013

El final del camino para las fábricas deslocalizadas? Immanuel Wallerstein

El final del camino para las fábricas deslocalizadas? Immanuel Wallerstein esde que existe una economía-mundo capitalista, un mecanismo esencial de su funcionamiento exitoso ha sido la fábrica deslocalizada. Tras un periodo significativo de acumulación de capital por las llamadas industrias líderes (por lo común 25 años), el nivel de ganancias termina bajando, debido a que el cuasi monopolio de la industria líder se debilitó y a que aumentaron los costos de la mano de obra a consecuencia de acciones sindicales de algún tipo. Cuando esto ocurría, la solución era que la fábrica se "deslocalizara". Esto significa que el sitio de la producción se transfería a otra parte del sistema-mundo que tuviera "niveles de salario históricamente más bajos". En efecto, los capitalistas que controlaban las industrias líderes intercambiaban costos de transacción mayores por los menores costos de la mano de obra. Esto mantenía un ingreso significativo para ellos, pese a ser menor que en el periodo previo, cuando todavía mantenían el cuasi monopolio. Los costos de la mano de obra eran menores en la nueva locación, porque la fábrica deslocalizada reclutaba mano de obra de las áreas rurales que antes estuvieron menos involucradas en la economía de mercado. Para estos trabajadores rurales la oportunidad de trabajar en estas fábricas deslocalizadas representaba un aumento en su ingreso real, mientras los dueños de la fábrica deslocalizada le pagaban a estos trabajadores menos que a aquellos que habían trabajado en la locación previa. Esto es lo que se conoce como una solución donde "ambas partes ganan". El problema con esta solución, aparentemente maravillosa, ha sido siempre que no es duradera. Tras otros 25 años, aproximadamente, los obreros en la nueva locación comenzaban a emprender acciones sindicales y el costo de su mano de obra comenzaba a subir. Cuando subía lo suficiente, los dueños de la fábrica deslocalizada tenían una opción real única –volver a dislocarse. Entre tanto, se iban construyendo nuevas industrias líderes en las zonas de riqueza acumulada. Así, siempre ha habido un constante movimiento de la locación de las industrias de todas clases: ¡cuasi monopolios tras cuasi monopolios!, ¡fábricas deslocalizadas tras fábricas deslocalizadas! Esto ha sido una maravilla del ajuste capitalista a un largo proceso de cambio constante de circunstancias. Sin embargo, este maravilloso sistema ha dependido de un elemento estructural: la posibilidad de hallar nuevas áreas "vírgenes" para relocalizar las fábricas deslocalizadas. Por áreas vírgenes quiero decir zonas rurales que han estado relativamente poco involucradas en la economía-mundo. Sin embargo, durante los últimos 500 años hemos venido "acabándonos" tales áreas. Esto puede medirse de manera muy simple en la desruralización de las poblaciones mundiales. Hoy, dichas áreas rurales se han reducido a una minoría de la superficie del mundo y parece probable que para 2050 sean una muy pequeña minoría. Para entender las consecuencias de esa desruralización masiva necesitamos referirnos a un artículo del New York Times del 9 de abril. Se intitula "Hola, Camboya". El artículo describe el "vuelo" a Camboya de fábricas que están abandonando China debido al aumento de los niveles salariales en China, un previo receptor de tales fábricas deslocalizadas. Sin embargo, continúa el artículo, "las compañías multinacionales se están encontrando que pueden correr de los crecientes salarios de China, pero no pueden esconderse de verdad". El problema para las multinacionales es que la increíble expansión de las comunicaciones ha ocasionado el fin de esta situación donde ambas partes ganan. Los obreros en Camboya han comenzado las acciones sindicales después de unos cuantos años, no tras 25 años. Hay huelgas y presiones en pos de salarios más altos y beneficios mayores, y los están consiguiendo. Esto, por supuesto, reduce el valor de que las multinacionales se muden a Camboya, Myanmar, Vietnam o Filipinas. Ahora resulta que los ahorros por mudarse de China no son para nada tan grandes. El artículo del New York Times apunta que "algunas fábricas se han movido de todas formas, por la petición de los compradores de Occidente que temen depender de un solo país". La conclusión de un consultor de manufactura es que hay riesgos en mudarse a Camboya, pero también "hay un riesgo en quedarse en China". En cualquier caso, ¿hay algún lugar a dónde mudar una fábrica deslocalizada? ¿O es Camboya el final de la línea? El fondo del asunto es que la combinación de una desruralización ya de por sí enorme y que continúa creciendo, junto con la rapidez con que pueden aprender los obreros que sus salarios son relativamente bajos y por tanto pueden emprender acciones sindicales, ha tenido por resultado un aumento continuo en los niveles de la paga de los obreros menos calificados y como tal una presión negativa mundial de las posibilidades de acumular capital. Éstas no son buenas noticias para las grandes multinacionales. Todo esto es un elemento en lo que se ha vuelto la crisis estructural del moderno sistema-mundo capitalista. Estamos experimentando una combinación de presiones siempre crecientes en pos de austeridad para 99 por ciento con un sistema capitalista que ya no es rentable para los capitalistas. Esta combinación significa que el capitalismo como sistema-mundo está de salida. Ambos lados buscan alternativas –pero es obvio que no son las mismas. Enfrentamos colectivamente una "elección" en las décadas venideras. Una posibilidad es un nuevo sistema, no capitalista, que replique (y tal vez empeore) los tres rasgos esenciales del capitalismo: las jerarquías, la explotación y la polarización. La otra posibilidad es un nuevo sistema que sea relativamente democrático y relativamente igualitario. Este último sistema, debemos subrayar, nunca ha existido en la historia del mundo. Pero es posible. En cualquier caso, Camboya no es el futuro del sistema-mundo moderno. Más bien representa los últimos vestigios de un mecanismo que ya no ejecuta su tarea de salvar el capitalismo. Traducción: Ramón Vera Herrera © Immanuel Wallerstein fuente : La Jornada

lunes, 1 de abril de 2013

15 años de transhumancia en Argentina, 15 años de salir al encuentro de otros

Nosotrxs queremos cambiar el mundo y lo queremos hacer con lxs de abajo y desde abajo. Como dice el Subcomandante Marcos, nos importan los pueblos, no los gobiernos. Pues bien, muchos son los pueblos que plantean resistencias y organización. Muchos son los sectores populares que necesariamente buscan los caminos verdaderos de liberación. Universidad Trashumante trashumante 2 Un grupo de educadores populares y un colectivo. Un grupo de educadores populares, un colectivo y un perro. Y una actriz. Y un bailarín. Un Colectivo y otro colectivo y otro colectivo. Así nacimos hace 15 años. Ese colectivo (que después fue muchos) sólo tenía un combustible y sólo una dirección. La gravedad y el abajo. La gravedad del sufrimiento de los de abajo nos arrastró indefinidamente hacia abajo. Y para abajo fuimos y para abajo seguimos. Y cuando nos dimos cuenta abajo era desde La Quiaca hasta Ushuaia; desde la costa hasta la cordillera. La mayoría de las organizaciones que nacimos al fragor de las luchas contra el menemismo y el neocapitalismo, lo hicimos proponiendo una forma distinta de trabajar sobre la realidad. Teníamos y tenemos aquella vieja-nueva obsesión de querer cambiar el mundo, de transformarlo, de que pueda ser nuevamente pintado, dibujado, pensado y poetizado por quienes nunca pudieron intervenir en las grandes decisiones de los poderosos. Y que siempre, más tarde o más temprano, seguimos sufriendo sus políticas. Multitudes realmente de hombres, mujeres, jóvenes, niños, niñas caminábamos el país anunciando esta nueva noticia. Somos nosotros, queriendo recorrer y mostrar el otro país. El de los que no deciden. Todas las organizaciones nos enredábamos con pasión y alegría en esta tarea. Y contábamos con una comunión de ideas que nos caracterizaban y diferenciaban. Creíamos totalmente en que las construcciones debían ser horizontales, sin jefes ni jefas que nos dieran órdenes, que en la medida en que vivíamos y decidíamos en ronda, aprendíamos a ser y nacer distintos. Que necesariamente debíamos mantener nuestra autonomía de los poderosos, de los que mandan sin obedecer a los de abajo, ser autónomos de partidos políticos, del estado, de la iglesia, de los sindicatos al servicio de los empresarios, de fundaciones. No aparecer en los medios de comunicación, como una señal de que íbamos hacia abajo. Y teníamos a nuestro favor, algo más que una herramienta, la Educación popular, a la que habíamos elegido también como una forma de vida. Somos plenamente conscientes de que estamos hoy, a 15 años, en un contexto histórico y en una coyuntura totalmente diferentes. Las épocas y los tiempos cambian. Y siempre es importante saber leer estos cambios y fijar posturas. Que los tiempos cambien, nos obliga a crecer como personas y como organizaciones. Este crecimiento, no implica necesariamente cambiar de ideas, o de maneras de pensar. Uno puede mantener sus principios éticos en los cuales se formó y seguir creciendo y al mismo tiempo estar “aggiornado” al signo de los tiempos. Por eso es que ya desde hace un tiempo, se nos ha vuelto necesario anunciar lo que vivenciamos, lo que estamos soñando y lo que estamos trashumando… se vuelve necesario porque entendemos que estamos en lugares y momentos difíciles de transitar, se vuelve necesario porque es también darle visibilidad a nuestras prácticas, se vuelve necesario porque dar voz a lo que nosotrxs vemos, es dar sentido al mundo que habitamos y ubicarnos en un lugar, en un momento y en una opción… Somos lo que estamos soñando. Soñamos con cambiar el mundo desde prácticas concretas y materiales, soñamos con alterar realidades impulsando educación popular y organización popular, soñamos fortalecernos con trabajo de base intentando levantar las banderas en contra de un sistema económico, social y político que no queremos y que nos está destruyendo. Tarea difícil y osadía apasionada. Mucho más en contextos políticos e históricos cada vez más complejos. La reconstrucción de la institucionalidad política que se ha ido configurando a lo largo de estos últimos 10 años, nos ha marcado la tendencia de que los tiempos político- electorales han servido y servirán para sustentar, legitimar y sostener el capitalismo posneoliberal. No existen -ni han existido-muestras de la dirigencia política gubernamental argentina de intentar transformar estructuralmente lo económico, lo político, lo social de la realidad en la que estamos inmersos. Le pese a quien le pese, en Argentina continuamos perpetuando ciertas lógicas económicas y políticas que vienen a sostener el contexto capitalista contemporáneo. Le pese a quien le pese, los eufemismos y el doble discurso generalizado persisten y pretenden confundir y legitimar lo que en la práctica real sucede. Esto se materializa cuando observamos el modelo económico bajo el cual se sostiene aquella institucionalidad ganada: ∂ En materia petrolera, el neoextractivismo es concretado a través de YPF. Esta empresa “nacionalizada”, pretende junto con un acuerdo con Chevron, trasnacional estadounidense, extraer sin medir costos ni consecuencias ambientales el último gas y petróleo de nuestro suelo, especialmente en las Provincias de Neuquén, Chubut y Santa Cruz. ∂ En materia minera, cada vez más las provincias y sus dirigentes políticos apuestan a la inversión trasnacional para impulsar la minería a cielo abierto, desestimando la consulta popular y la muy generosa, tenaz y valiente resistencia de las Asambleas que siguen luchando para cuidar sus montañas, el agua y la vida de los valles. Ejemplos claros se viven en La Rioja, San Juan, Mendoza, San Luis, Jujuy, Catamarca, Rio Negro, Santa Cruz, Chubut. ∂ En materia sojera, se impulsan en gran magnitud los negocios para la instalación de la Empresa Multinacional Monsanto en Córdoba. Su ley de semillas, sería terrible para la vida de los argentinos. La frontera agropecuaria sojera se ha expandido cada vez más, avanzando sobre el territorio de Córdoba, Santiago del Estero, Chaco, Formosa, La Pampa, Bs As y Santa Fe entre otras. Más allá de toda discusión, la fumigación a mansalva está destruyendo vidas de manera alarmante. Tampoco se respeta la lucha permanente del movimiento Paren de fumigar. Hay más inyección de dinero líquido trasnacional y el derrame social no se legitima cuando aún persisten graves problemas sociales relacionados con la salud, la educación, con el hábitat, con el ambiente, con el territorio, por más que la propaganda política mediática venda otra cosa. El problema además de ser cuánta gente incluyo y excluyo del sistema, es cómo incluyo, o sea cuál es el modelo que en la práctica económica me permite obtener financiamiento. Dicho modelo productivo aún está basado en el saqueo, la contaminación, la destrucción, la cooptación y el silenciamiento de las resistencias populares. Dicha forma no puede ni va a ser sustentable en el tiempo. Más temprano que tarde conoceremos sus fallas, contradicciones, costos y consecuencias. Asimismo más temprano que tarde, resurgen las voces de la rebelión. Nosotrxs queremos cambiar el mundo y lo queremos hacer con lxs de abajo y desde abajo. Como dice el Subcomandante Marcos, nos importan los pueblos, no los gobiernos. Pues bien, muchos son los pueblos que plantean resistencias y organización. Muchos son los sectores populares que necesariamente buscan los caminos verdaderos de liberación. Y en eso estamos. Soñando y vivenciando. Sabiendo que como educadores populares es allí donde nuestro campo de batalla esta fértil. Participamos en espacios autónomos de organización y lucha popular. Generamos espacios de circulación de la palabra valorizando la sabiduría del pueblo, en su diversidad más profunda. Articulamos acciones con organizaciones cercanas que miran de cerca la praxis y la ética política. Apasionados vamos danzando el círculo de la vida. Entendemos que los contextos son difíciles y complejos pero abajo y a la izquierda continúan estando aquellxs que sufren las políticas gubernamentales, continúan estando aquellxs que esperanzados en el encuentro colectivo luchan por alterar políticas gubernamentales, continúan estando aquéllos que con autonomía inspiran y construyen nuevas realidades. Ahí seguimos estando. Ahí seguimos caminando. Ahí seguimos soñando, con las organizaciones territoriales y culturales, las luchas ambientales, en barrios, centros culturales y tantas experiencias pequeñas de resistencia. Desde estas últimas, creemos, es que debemos seguir encontrándonos para ver cómo hacemos para crear una política diferente. Que seguimos optando andar, trashumar desde la educación popular sin que ella se vuelva moda. 15 años de trashumancia, 15 años de salir al encuentro de otros, 15 años de escucha y de palabra, 15 años de pasión por cambiar el mundo. Sin dudas hemos cometido errores, pero aún así los entendemos como parte de los procesos de las construcciones; su síntesis, su superación, nos marcan los rumbos por los cuales seguir. Hemos perdido entrañables compañeras y compañeros. Reconocemos que la militancia social ha sido desvalorizada de hecho. No nos pidan las típicas propuestas del sistema para demostrar que no sabemos lo que queremos. Sabemos y gritamos estas ideas y estas luchas que sostenemos con nuestros cuerpos y nuestros corazones. Respetamos las opciones que han tomado muchas organizaciones y compañerxs, aunque no las compartimos. Es más, los seguimos queriendo profundamente. No nos sentimos referencia de nadie ni de nada. Intentamos caminar con lxs que piensan lo mismo. ∂ hace diez años muchxs entraron en razón y comenzaron a mirar para arriba. Nosotrxs seguimos mirando para abajo y para el costado. ∂ hace diez años muchxs entraron en razón y comenzaron a pensar que no había que bajar a los de arriba sino subir junto a ellos. Nosotrxs seguimos intentando organizarnos entre lxs de abajo para luchar contra ellos. ∂ hace diez años muchxs entraron en razón y comenzaron a callar cada una de nuestras muertes para garantizar la continuidad de un proyecto. Nosotrxs seguimos sintiendo, llorando y gritando indignados cada una de nuestras muertes. ∂ hace diez años muchxs entraron en razón y empezaron a distinguir quién estaba a la izquierda y quién estaba a la derecha. Nosotrxs seguimos distinguiendo entre quienes se quedaban abajo y quienes trepaban hacia arriba. Si ustedes tienen la razón, preferimos pensar desde el corazón: ∂ Preferimos continuar con la sinrazón de mirar a los ojos, oír profundo y abrazar con fuerza a lxs de abajo a lxs de nuestro lado. ∂ Preferimos continuar con la sinrazón de quedarnos abajo e intentar unirnos entre lxs de abajo, organizarnos entre lxs de abajo para luchar contra los de arriba y su despojo! ∂ Preferimos seguir gritando cada una de nuestras muertes aún a costa de cualquier proyecto de cualquiera de los de arriba. En la esperanza de que es necesario abrazarnos nuevamente, todas y todos aquellos que pensamos y sentimos de esta manera, los y las abrazamos colectivamente. Desde el Quirquincho, Marzo del 2013.

martes, 12 de marzo de 2013

10 herramientas tácticas para romper el cerco informativo sin máquinas

¿Cómo fue que el sistema nos convenció de que las máquinas resuelven la comunicación? ¿Cuándo dejamos de dialogar con los otros y las otras y nos volteamos a los transistores, las pantallas y los cables? Aquí va un rápido vuelapluma con 10 herramientas tácticas para romper el cerco informativo sin máquinas, utilizables en éste primer cuarto del siglo XXI y altamente eficientes aunque no se crea a las primeras de cambio. 1.- Tocar de puerta en puerta: El muy olvidado de puerta en puerta, nos repartimos en equipos de 2 o 3 personas, si somos 20 podremos hacer hasta 10 equipos, cada equipo visitará 10 casas, en 10 minutos expondrá un tema de lucha. En algo más de hora y media un equipo de 20 personas habrá conversado con al menos 100 personas exponiéndoles sintéticamente un tema. Si esto se hace periódicamente, digamos una vez a la semana, en pocas semanas se logrará conscientizar sobre un tema. 2.- Teatro invisible: 2 o más personas se suben al transporte público, o se van a un lugar céntrico de reunión, como la cola de las tortillas, el molino o la lechería. Cada persona tiene puntos de vista contrapuestos sobre un tema, empiezan a discutir, en el camino de la discusión las personas se suman a una u otra postura, cuando ya tienen a la gente discutiendo se van, dejando a la gente en medio de la discusión y empiezan otra discusión en otra parte. En poco tiempo se logrará que grupos grandes de la población vayan discutiendo temas urgentes. Nótese que la gente de lucha a diferencia de las campañas publicitarias no le dice a la gente que pensar, sino que la llama a la reflexión y la discusión, viendo el mundo como algo en construcción, no como algo inevitable ya consumado del todo. 3.- Leer en el transporte y la plaza. Toma una o uno el periódico, los boletines de prensa o incluso alguna novela que tenga que ver con el tema que queremos difundir, se pone a leer en voz alta. Al poco tiempo la gente se irá acercando, si leemos periódicamente, digamos una vez a la semana, se correrá la voz y tendremos un público cautivo, así podremos ir informando de tal o cual tema. 4.- Pintar murales, incluso simplemente con logos. Se consigue pintura, brochas y pinceles, se busca un muro en un lugar visible de la colonia, el barrio, el pueblo o la comunidad, se corre la voz en la semana de que se va a hacer una actividad de pintura y que todos y todas están invitados. Se propone un tema, puede ser que se use la técnica de pintar obedeciendo y que entonces se le pregunte a la gente cómo representar un tema, así además de difundir una imagen concreta se generará discusión, se pinta, el mural es una propaganda autogestionaria, colorida, que quedará visible y vistosa por semanas y meses. 5.- Cartas informativas escritas a mano, correo popular. Si las campañas publicitarias nos abordan como masa podemos hacer lo contrario, un equipo de 10 se reparte y cada quien escribe 10 cartas a 10 personas o familias distintas exponiéndole un tema, se escriben a mano, con dibujos y tal. 10 personas pueden informar de esta manera a 100 familias o personas, con un punto de vista de comunicación personalísima, lo que llamará a la reflexión como pocas técnicas pueden hacerlo. 6.- Cuentacuentos que cuenten procesos de lucha: Luego de escribir unos cuentos atractivos donde se cuenten las implicaciones de tal medida impopular, un equipo de cuentacuentos se los aprende de memoria, y aprende a contarlos de manera interesante, usando una escenografía mínima. Presentan los cuentos en plazas, escuelas, centros de trabajo, fiestas comunitarias. Con ésta técnica se pueden difundir temas de una forma altamente lúdica y con muy pocos recursos. 7.- Teatro popular.- Se monta una obra de teatro con al menos 5 actores del barrio, la colonia o la comunidad, la obra puede itinerar en las comunidades vecinas y difundir un tema, tal vez combinada con otras técnicas. Las obras de teatro tambien tocan el lado lúdico de la gente, son memorables y entrañables. Los niños y niñas recuerdan partes íntegras de las obras de teatro y las usan en sus juegos. Al participar gente de la comunidad quedan en la memoria colectiva. Generan reflexión que se convierte en acción cuando llega el momento. 8.- Canciones pegajosas.- Los corridos son tradicionales y fáciles de escribir y cantar. También se puede agarrar cualquier canción de moda y cambiarle la letra con los temas de lucha, alguna canción para bailar con tonada muy pegajosa. Se reparte en papelitos para que todo mundo se la aprenda. Si alguien tiene una guitarra u otros instrumentos musicales se puede acompañar con música, aunque a veces dos trozos de madera o un bote bastan para empezar a ponerle percusiones. ¿Quién no se va a acordar de una canción producida localmente? 9.- Fiesta comunitaria con un tema de lucha. Se convoca a una fiesta donde se hablará de la resistencia actual, contra los megaproyectos, o contra leyes impopulares, o por la construcción de autogestión y autonomía. Se adorna el espacio de la fiesta con motivos alusivos al tema que vamos a abordar, quien conduce el programa entre baile y baile, canción y canción recuerda el tema que convoca. Se pueden hacer trivias sobre el tema que nos convoca, de la misma manera puede haber loterías y otros juegos que hablen del tema que nos convoca a la fiesta. 10.- Caminata al monte y memoria histórica. Entre muchos pueblos originarios había los guardianes y guardianas de la palabra, que un día al año convocaban a toda la comunidad para subir al monte o reunirse en otro lugar comunitario y contar la historia de la comunidad y su origen mítico. Podemos hacer así, hacer una caminata, un paseo, y llegar a un lugar propicio donde contemos la historia de la resistencia en torno a un determinado tema, invitar a gente de otras comunidades que han enfrentado temas similares y que lo cuenten, y luego regresar otra vez caminando al punto de origen. Ora, cómo usar éstas herramientas en una estrategia de comunicación es tema de otro artículo, pero ¿qué gobierno, transnacional o televisora se atreverá a tender un cerco informativo ahí donde la gente no confía en los medios masivos sino en su altamente verificable, de a pié y local comunicación sin máquinas? Como recuento de éstos 12 años de movimiento de medios libres, cada que se habla con un colectivo, comunidad u organización sobre nuevos proyectos de comunicación comunitaria y medios libres, ineludiblemente el colectivo, comunidad u organización empiezan hablando de todas las máquinas que se necesitan y de cómo hacer para conseguirlas. Casi nunca empiezan planteando las necesidades de comunicación de la comunidad concreta y la forma de ir resolviéndolas con recursos locales, sin las máquinas de la industria del primer mundo. Hay excepciones. Por otra parte tenemos varias generaciones de activistas y militantes que toman el micrófono para sacar su angustia, pero que no se comunican, monologan ante la multitud pasando frente al equipo de sonido o el megáfono. Incluso regañan y tratan de infundir temor sobre lo que ha pasado a falta de organización, ¿quién se va a querer acercar a una lucha que sólo es sangre y miedo? Tal parece que la comunicación de a pié no es lo de los movimientos de las generaciones más recientes, salvo excepciones. A nivel de calle, el cerco informativo más eficiente se puede mirar cuando las personas tienen miedo unas de otras. Cuando incluso los barrios más populares se llenan de alambres de púas en los muros, de rejas en las ventanas, de miradas afiladas en las banquetas. Poco pueden hacer las máquinas ante los alambres de púas, las rejas en las ventanas y las miradas afiladas, mucho a cambio puede hacer la comunicación sin máquinas. Hace unos 11 años, en una reunión de radios libres y medios libres en la Ciudad de México, cuando estaba naciendo el actual movimiento de medios libres había representadas unas pocas radios al aire y una diversidad de radio bocinas. Las radios al aire emitían por FM, las radiobocinas emitían por bocinas en tal plaza o en tal escuela. Un conspicuo constructor de radios FM pidió que salieran de la reunión todos los colectivos que no transmitían al aire, y que sólo quedaran las radios “de a deveras”, entonces un jovencísimo radialista de un CCH comentó sonriendo: “este es nuevo, ¿verdad?”. Seguramente el jovencísimo radialista y el colectivo al que pertenecía habían logrado más contra el cerco informativo con su actitud de sumar, de comunicarse, de salir y hacer programas en la explanada de su escuela y poner música de lucha y complacencias de música de moda para las y los estudiantes que escuchaban con atención, que el constructor de máquinas que no comunican por sí mismas, lo que si hacen las personas, mientras él más bien comunicaba una actitud grosera, vanguardista, sectaria y aislacionista, todo lo contrario de lo que se puede esperar de alguien que impulsa medios libres de comunicación. Más años para acá, una o uno puede visitar radios comunitarias, donde una o más comunidades hicieron el esfuerzo de juntar lo necesario para montar una estación de radio bien equipada, pensaron que la radio les iba a servir para impulsar tal o cual eje de acción de la organización. Años después de montada ésta o aquella estación de radio comunitaria nos encontramos con que no transmite los ejes que le interesaban a la comunidad o a la organización, quedando reducida a una rockola, donde ni siquiera se presentan los temas que salen al aire, sino que está como una playlist o lista interminable de música sin tón ni son. Es ahí donde hubo más preocupación por las máquinas, que por tejer la comunicación comunitaria, la comunicación de carne y hueso, de aliento y suspiro, de risa y diálogo. Ahí donde jóvenes valiosos que antes dialogaban, contaban sus sueños y su mirada sobre el presente y sobre el futuro, hoy sólo miran sin descanso la pantalla de la computadora. Hay excepciones. Ejercer el acto de libertad más básico de mirar al otro, a la otra, hablarle, sonreírle, rompiendo el miedo y empezando el diálogo y la comunicación es donde se inician los procesos de liberación colectiva. En éstos 12 años, como movimiento de medios libres logramos un alto nivel de eficiencia para romper los cercos informativos, logramos ubicar los fallos en el sistema y usarlos contra él, a cambio nos empantanamos en el tema de la comunicación sin máquinas, sin el cual no es posible romper los cercos informativos ó a lo mucho es posible romperlos quedándose aislados. Tenemos un grave problema que no se resuelve con máquinas. Hemos construido un culto a los activistas con máquinas que rompen los cercos informativos, Neuromancers les llamamos, pero jamás se podría romper el cerco informativo sin un fuerte componente de comunicación de base, callejera y comunitaria y sin agrietar la información por los hoyos en el sistema. Otros comunicadores y comunicadoras, invisibles, han hecho el trabajo de comunicación de base, sin el cual los medios libres con máquinas no habrían podido quebrar una y otra vez los cercos informativos. Son las comisiones de prensa y propaganda, las vocerías, las comisiones de periódico mural, las comisiones de difusión de esas organizaciones populares, de aquellas organizaciones campesinas, de los sindicatos independientes, de las comunidades de allá, de las colonias de más acá, de los colectivos de todos colores de la izquierda independiente, que “bajan” la información producida por los medios libres a comunicación de carne y hueso, sin máquinas. Sin esos y esas invisibles los cercos informativos no podrían haberse quebrado éstos 12 años y las décadas previas al actual movimiento de medios libres. En los 90s hacíamos bromas diciendo más o menos “Te presento a ésta computadora, que es una parte del cuerpo del compañero, ella no puede vivir sin él”. En la primera década del siglo XXI la broma decía ya más o menos: “Este compañero es una parte de ésta computadora, él no puede funcionar sin ella”. Nos hemos ido olvidando de lo humano de la comunicación, pero la comunicación sin máquinas es posible. Soñemos, comuniquémonos, mientras le ponemos manos a la obra al mundo nuevo, a cultivar sus semillas, raíces, tallos y ramas. http://www.megafono.lunasexta.org/node/560