30 DE AGOSTO - DÍA INTERNACIONAL DEL DETENIDO-DESAPARECIDO
Siguen desapareciendo...
Es habitual que los gobiernos latinoamericanos no se atrevan a tomar el toro por las astas cuando se trata de los desaparecidos. Buscar la verdad no es fácil, significa tomar una postura crítica y comprometida; es el camino difícil... Y es el único honesto. Pero estos gobiernos latinoamericanos no quieren saber de nada. Algunos, cómplices, ni siquiera aparentan desaprobar el tema y, por el contrario, justifican las acciones del terrorismo de Estado con total desparpajo. Otros, obsecuentes con las viejas políticas de la impunidad, intentan institucionalizar el trabajo sobre la memoria como una timorata demostración de preocupación y así instaurar la idea de haber hecho todo lo posible, con algunas pocas acciones judiciales, con "verdades" parcializadas y deformadas, con discursos que solapadamente, y a veces no tanto, intentan justificar la teoría de los dos demonios.
En países como México y Colombia, la desaparición forzada es una práctica habitual; forma parte de una política de Estado que ha sido preservada gobierno tras gobierno.
En Uruguay, el hecho de procesar a un pequeño grupo de represores no es hacer justicia; en todo caso, estos procesos son expresiones de justicia que sirven para marcar un comienzo. Apenas se empezó a andar un largo y necesario camino para reencontrar el equilibrio social, hoy totalmente perdido.
En conclusión: no ha habido gobierno en Uruguay que se atreva a tomar el toro por las astas cuando se trata de los desaparecidos. No lo hubo antes y no lo hay ahora.
No es extraño entonces que desde los órganos oficiales, y desde casi toda la prensa uruguaya, se reconozca y se alabe a Colombia y México como democracias, aplicando discursos que desconocen y tergiversan la realidad social de ambos países de un modo que raya la esquizofrenia. De esta forma, desde el gobierno uruguayo no solo se continúa protegiendo los cimientos de la impunidad al conservar su mayor símbolo, la ley de Caducidad, sino que además se refuerzan, con gestos de apoyo y recibiendo a sus mandatarios, políticas extranjeras que hacen posible que uno de los peores flagelos vividos por los pueblos latinoamericanos continúe practicándose en países hermanos sin que, al parecer, nada ni nadie pueda evitarlo: la desaparición forzada no es cosa del pasado. Está más vigente que nunca.
Entendemos que:
Exigir justicia nos define como sociedad.
La construcción de la memoria colectiva no debería ser una tarea exclusiva de instituciones pertenecientes a un Estado culpable e impune (con el paso del tiempo podemos observar cómo se afianza la llamada "historia oficial"; la misma que se enseñará a nuestros hijos).
La verdad debe ser encontrada y sacada a la luz para que toda la sociedad la conozca, la evalúe y tenga la posibilidad de incorporarla a su propia memoria.
Por los desaparecidos de ayer y hoy.
Por sus hijos.
Por los nuestros.
Colectivo CONTRAIMPUNIDAD
No hay comentarios.:
Publicar un comentario