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miércoles, 23 de noviembre de 2011

México debe retomar liderazgo en DH, dice jurista




México debe retomar liderazgo en DH, dice jurista



Por Anayeli García Martínez / fuente : Zapateando



Alda Facio, precursora de la perspectiva de género en el Estatuto de Roma y en la Corte Penal Internacional, sostiene que las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH) contra México por dos casos de violación sexual y uno de feminicidio, son una oportunidad para fortalecer el acceso a la justicia.



La jurista costarricense y consultora en temas de género de diversos organismos de Naciones Unidas, explicó a Cimacnoticias, que las sentencias refuerzan lo que ya se sabe a nivel internacional: “Que las mujeres en México tiene poco acceso a la justicia”.



En noviembre de 2009 la CoIDH sentenció al Estado mexicano por su responsabilidad en tres casos de feminicidio en Ciudad Juárez, Chihuahua, y en octubre de 2010 dictó dos sentencias más por la violación sexual de dos indígenas que fueron agredidas por elementos del Ejército mexicano en el estado de Guerrero, en 2001.



La feminista dijo que estos casos son sólo un ejemplo de lo que acontece a miles de mujeres que se encuentran en situaciones similares.



Alda Facio señala que hay más mujeres que están igual de desprotegidas y que enfrentan las mismas prácticas a pesar de que las leyes cambiaron, es decir los agentes del Ministerio Público o los policías no les creen cuando dicen que las violaron o cuando la familia asegura que desaparecieron.



“Llega la persona o el familiar a denunciar una desaparición y tiene que esperar 72 horas para que la policía la vaya a buscar, eso ya no está en la ley ni en ningún código pero los policías y los agentes fiscales siguen acatando una justicia androcéntrica y eso se debe a que se cree que las mujeres se fueron con el novio o algo así”.



Si bien la jurista asegura que hay varias investigaciones que demuestran la falta de acceso a la justicia de las mujeres, por otro lado señala que el Estado está haciendo un esfuerzo por implementar algunas partes de las sentencias, aunque esto sea mínimo.



“Es un país muy grande y lo que se hace es poco”, reconoce la experta, quien durante este año ha capacitado a juezas y jueces mexicanos para que juzguen con perspectiva de género y promuevan una mirada menos androcéntrica (masculina) en el derecho penal.



“En la parte que a mi me toca, que es la capacitación de jueces y juezas algo se está haciendo, no es todo lo que se debería hacer ni es lo suficiente pero –por ejemplo– en Chihuahua hicimos una capacitación de 4 meses con sólo 30 jueces y no cubre todo, pero esos 30 jueces creo que sí se sensibilizaron un poquito a la situación de las mujeres y espero que sus sentencias lo reflejen en el futuro”.



Para la autora de diversas publicaciones sobre género y derechos humanos, en México las instancias de procuración y administración de justicia pueden hacer algo para cambiar la situación de violencia que viven las mujeres aunque el cambio será lento y quizá insuficiente sin el apoyo de todo el Estado.



“Lo que quiero decir es que lo poquito que se ha hecho demuestra que sí es factible hacerlo. Lo que tienen que hacer es hacer mucho más, poner mucho más recursos, mucho más gente, cambiar muchas estructuras, abrir muchos espacios para que las mujeres puedan denunciar…”.



Alda Facio no pierde la esperanza y señala que las sentencias y las reformas legislativas, como la reciente reforma constitucional en materia de Derechos Humanos son una oportunidad “para que México se ponga las pilas y vuelva a ser líder en cuestiones de Derechos Humanos como lo fue hace muchos años”.





Zona de Reflexión

Las indignadas



Por Lucía Lagunes Huerta*



El próximo viernes se conmemoran 30 años del llamado de las mujeres por el respeto a su vida y a su derecho a vivir libre de violencia. Tres décadas en que miles de humanas indignadas llaman al mundo a que respete sus derechos y castigue a sus agresores.



Cuando una se detiene a pensar en la cantidad de estudios, análisis, diagnósticos científicos y empíricos, testimonios, documentales, notas y reportajes periodísticos, etcétera, millares de esfuerzos para documentar el impacto de la violencia en la vida de las mujeres, de su familia, de su comunidad, de su país y del mundo, asombra que aún se siga menospreciando la violencia de género.



Hasta hoy ninguna nación ha pedido perdón a las mujeres por la violación a sus derechos, no ha surgido la iniciativa desde los medios de comunicación para pactar y dejar de hacer escarnio o apología de la violencia hacia las mujeres.



Ninguna empresa multinacional ha donado millones de dólares para hacer campañas mundiales que llamen al respeto de los Derechos Humanos de mujeres y niñas, como una acción de responsabilidad social.



Aún no vemos el teletón por la dignidad de las mujeres, niñas y adolescentes, y la iniciativa de las y los más famosos del mundo en un concierto por las víctimas de la misoginia. Este menosprecio, sin duda, también es violencia.



Diez mil 950 días en los que en todas las naciones del mundo, en miles de ciudades, las mujeres proponen acciones a sus gobiernos, a sus parlamentos, a sus sociedades para hacer efectivos sus derechos, en cientos de formas buscando que se destierre la naturalización de la violencia hacia las mujeres e instaurar el mundo libre de violencia.



El movimiento de las indignadas ha hecho paradas, perfomances, mítines, arengas, cacerolazos, teatro, música, ciencia, convenciones, reuniones, ferias, declaraciones, cine-debates, marchas y más.



Las indignadas han contado las víctimas, han dicho quiénes –personas, acciones, imágenes, políticas, palabras, etcétera– las agreden, han demostrado la discriminación que vive la mayoría de la población mundial: las mujeres.



Han contabilizado las pérdidas en la productividad empresarial, en el Producto Interno Bruto de cada país, han registrado lo que aportan en el trabajo invisible, llamado trabajo doméstico, han susurrado y gritado: basta, no más violencia hacia las mujeres.



A diferencia de lo que se dice, de lo que se transmite de boca en boca, las indignadas no se paran ni se sientan a esperar a que les otorguen. No, las indignadas han construido todos y cada uno de los derechos reconocidos y los espacios ganados, ellas son creadoras permanentes.



Tres décadas, 30 años en los que cobijadas por el movimiento feminista las indignadas recuerdan a las mujeres que han perdido la vida en este andar, en su origen a las hermanas Mirabal, quienes militaban en el movimiento de resistencia contra la dictadura de Trujillo en República Dominicana.



En memoria de ellas, en julio de 1981 en Bogotá, Colombia, se instauró el 25 de noviembre como el Día Internacional No Más Violencia Contra las Mujeres, poco después se iniciaron los 16 días de activismo que abarca del 25 de noviembre al 10 de diciembre.



Por estas fechas nuevamente Colombia cobija a las feministas para seguir construyendo futuro, que será el presente de millones de mujeres como lo es hoy el nuestro.



Este próximo viernes habrá discursos, actos oficiales donde se lamentarán de la violencia que viven las mujeres, prometerán, sin duda, mano dura, castigo a los culpables, etcétera, cuando no han hecho nada de lo que corresponde; todo su discurso es demagogia.



Twitter @lagunes28



* Directora general de CIMAC.





Hacedoras de la Historia

Patria, Minerva y María Teresa Mirabal: Las Mariposas Dominicanas



Por Erika Cervantes*



A todas las mujeres que rompen el silencio para vivir sin violencia.

Bajo el lema de “Desde la paz en el hogar hacia la paz en el mundo”, este 25 de noviembre inician los 16 días de activismo contra la violencia de género y se conmemora la muerte de las hermanas Mirabal, ejemplo de lucha para lograr una vida sin agresiones hacia las mujeres.



Las tres hermanas Mirabal nacieron en Ojo de Agua, Salcedo, República Dominicana. El compromiso social por la democracia y la libertad de su madre, Mercedes Reyes Camilo, y su padre, Enrique Mirabal Fernández, las llevó a ser activistas sociales.



Su propio compromiso las enfrentó al dictador Leónidas Trujillo por exigir libertad y democracia para el pueblo dominicano. Se les conoció como Las Mariposas, el seudónimo con que Minerva, María Teresa y Patria apoyaban la causa clandestina para derrocar la dictadura.



Integrantes del movimiento “14J” (14 de junio, fecha del asesinato de activistas políticos que pedían el fin de la dictadura de Trujillo), las hermanas Mirabal contribuían a la causa en el acopio y almacenamiento de armamento para la rebelión; así, cada una de Las Mariposas aportó a la causa su trabajo y entrega.



Ideas claras y concisas. Consciente de la realidad en la que vivía en los tiempos de León Trujillo, la dominicana Patria Mercedes Mirabal señalaba acerca de la lucha contra la tiranía: “Ésta no es sólo una causa para hombres sino también para mujeres… pero mujeres con mucho valor. No podemos dejar que nuestros hijos crezcan en este régimen corrupto y tiránico. Tenemos que luchar en su contra y yo estoy dispuesta a darlo todo, aun mi vida si es necesario”.



De todas las hermanas Mirabal, Minerva Argentina fue la más bella, al grado que cautivó al tirano León Trujillo cuando éste la conoció en un baile ofrecido en su honor en junio de 1949.



Ella apenas tenía 23 años y ese encuentro marcó el inicio del rumbo trágico que viviría toda la familia. No sólo desairó al tirano negándose a bailar con él, sino que le pidió que dejará en paz al joven dirigente comunista Pericles Franco: uno de los fundadores del Partido Socialista Popular.



Seis meses después (diciembre de 1949), ese comentario inocente le costó la cárcel a su padre y el arresto domiciliario en el Hotel República a Minerva, junto con sus amigas Emma Rodríguez, Violeta Martínez y Brunilda.



A Minerva la llevaban y traían diariamente a la fortaleza Ozama para que la interrogaran sobre su apoyo a las ideas socialistas; a su padre, don Enrique Mirabal, además de apresarlo, Trujillo lo despojó de gran parte de su patrimonio. Esta situación minó a tal grado sus fuerzas que le provocó la muerte el 14 de diciembre de 1953.



María Teresa, o Maritere como le decían de cariño, fue la más joven de las hermanas Mirabal.



Su indignación por la tiranía trujillista fue a tal grado que no dudó en ser una de las mujeres que en enero de 1959 confabularon en la residencia de Guido D’Alessandro (sobrino político de su hermana Minerva), para sentar las bases de lo que más tarde sería el movimiento insurgente “14J”, con el que se derrocaría la dictadura de Leónidas Trujillo el 30 de mayo de 1961.



Clara en sus planteamientos, María Teresa aseguraba que en la lucha “se arriesga la vida sin pensar en posibles beneficios personales, ya que el principal motivo por el cual luchamos es la anulación completa de los privilegios (…); quizá lo que tenemos más cerca es la muerte, pero esa idea no me amedrenta: seguiremos luchando por lo justo”.



Por sus ideales Patria, Minerva y María Teresa fueron presas en más de una ocasión, y tal era su entereza que a pesar del acoso del régimen de Trujillo continuaban su labor de no doblegarse y servir de ejemplo al pueblo dominicano para conseguir su libertad.



Patria nace el 27 de febrero de 1924, fecha de la independencia de República Dominicana; y a ello debe su nombre, se gradúa en dactilografía (hoy mecanografía) en el Colegio de la Inmaculada Concepción de La Vega.



Minerva Argentina nace el 12 de marzo de 1926 y desde muy niña se destaca por su inteligencia: a los cinco años ya sabía leer y escribir correctamente, y a los siete recitaba versos de clásicos franceses como Víctor Hugo. En 1946 se graduó de bachiller en letras y filosofía con notas sobresalientes; en 1953 se doctoró como abogada.



Antonia María Teresa nació el 15 de octubre de 1936; fue una destacada estudiante que en 1954 se graduó de bachiller en matemáticas; ese mismo año ingresó a la Facultad de Matemáticas de la Universidad de Santo Domingo hasta obtener el título de agrimensora (topografía agrícola).



Patria, Minerva y María Teresa son emboscadas el 25 de noviembre de 1960 junto con Rufino de la Cruz, el conductor del jeep en el que viajaban, cerca del puente Marapica, en la carretera Santiago-Puerto Plata, cuando regresaban a su hogar después de haber visitado a sus maridos en la fortaleza de Puerto Plata, donde estaban presos por sedición.



Murieron a manos de los esbirros trujillistas a golpes, pero su muerte no fue en vano: el pueblo triunfó sobre la tiranía de Trujillo.



Patria, Minerva y María Teresa siempre serán las mariposas que vuelan libres porque su lucha no concluyó con su muerte, su ejemplo ha inspirado a las mujeres del mundo a luchar por una vida libre de violencia. Nos heredan su fortaleza para continuar trabajando para que algún día haya paz.



*Periodista y fotógrafa mexicana, integrante de la Red Nacional de Periodistas.

jueves, 17 de noviembre de 2011

¡Fuerza Elsa!




Cae la tarde en barrio Bustillo en los suburbios de Berazategui. Elsa toma su bastón, ese que la acompaña desde que se puso de pie, y sale para "el fondo". Sus hijas Estefania y Vanesa la ayudan, está muy contenta. Finalmente, va a estrenar su nueva casa.

Luego de ocho meses de esfuerzos solidarios (casi nada puso el Estado, que en cambio defendió con abogados, puestos por la ministra Garré, a los policías que fueron participes necesarios del asesinato de Mariano y del intento de homicidio sobre ella misma), a Elsa se le iluminan los ojos y la sonrisa cuando mira los colores (un lila tenue e impecable) que lucen sus paredes.

Elsa entra caminando en su nueva casa, adaptada y amplia para alguien como ella que todavía tiene la movilidad reducida; sigue la lucha contra la afasia que le queda como secuela (eso sí, cuando canta las canciones que le gustan se le entiende todo, dice Estefanía). Falta para su recuperación, pero ella sigue luchando y va por más. A los que la conocemos, su familia y sus compañeros del Polo y del Partido Obrero, no nos llama la atención, descontamos que no se dará por vencida.

Culminó una etapa en el hospital Jorge de Adrogué, donde volvió a caminar. Ahora retorna al Irep para continuar su recuperación.
Los médicos del hospital Jorge, donde se recuperaba Elsa, le hicieron recientemente un señalamiento a Vanesa, que retrata a nuestra compañera íntegramente. Le confesaron que ellos pensaban que Elsa se retraería en su voluntad y convicciones políticas luego del terrible golpe que recibió por su lucha, pero que luego de tratarla varios meses les sorprendió su voluntad por recuperarse, lo que ellos consideraban fundamental en su rehabilitación. Sorprendidos, se lo adjudicaron a la voluntad política inquebrantable de nuestra uruguaya, así que le recomendaron que, en la medida de sus posibilidades, retome su militancia.

Una inmensa solidaridad

La lista que habría que confeccionar para agradecer a los que colaboraron con la construcción de su casa y su recuperación superaría la totalidad de las páginas de este periódico.

Decenas de comisiones internas y cuerpos de delegados de telefónicos, gráficos, docentes, periodistas -entre otros gremios-, 150 actividades del Polo y el Partido Obrero de todo el país; un festival extraordinario en el estadio Gatica de Avellaneda con más de 2.000 jóvenes que saltaron y gritaron por la recuperación de Elsa al ritmo de Bersuit Vergarabat, Las Manos de Filippi, Jauría, Chala Rasta, Kchiporros (de Paraguay), Los Gardelitos y Jauría, todos solidarios con su lucha.

Programas de radio y TV realizaron colectas que sumaron a periodistas y técnicos de varios canales y radios. Decenas de compañeros y otras personas anónimamente hicieron un aporte económico particular para que Elsa tenga su casa. Toda esta inmensa solidaridad hizo posible que la recuperación de Elsa cuente con un ámbito favorable en su hogar.

Elsa, su familia y sus compañeros de militancia queremos agradecer por este medio a todos los que lo hicieron posible.

Ahora, juicio y castigo a todos los culpables.

Sin duda, hemos culminado una etapa muy importante de su recuperación y logramos conquistar el objetivo que nos propusimos: Elsa tiene su casa, donde seguirá su recuperación.

Ella siguió paso a paso, mientras se recuperaba, cada etapa de la lucha por castigar a los responsables; todavía no pudo volver a las movilizaciones que la emocionan cuando las ve por la televisión.

Pero seguramente en febrero entrará a los tribunales con sus compañeros, con todos los que queremos juicio y castigo a todos los culpables. Por Mariano, por ella misma y por todos los compañeros.

fuente : Kaosenlared